jueves, 30 de septiembre de 2010


Un dilema es cuando tienes tan buenas razones para hacer algo como para no hacerlo. Cuando tienes un dilema, ya no se trata de qué quieres elegir, sino de qué prefieres perder. ¿Qué perder? Eso es un dilema. Definir cuál es la pérdida más soportable.
Quizás el amor verdadero sea una decisión. La decisión de jugártela por alguien, de entregarte a alguien sin pensar si te va a corresponder o si te va a hacer daño, o si es el amor de tu vida. Quizás el amor no es algo que te ocurre, quizás sea algo que tu escoges.

Buscar la felicidad es como buscar las ideas principales de un libro complicado, sólo hay que aprender a leer entre líneas.

miércoles, 29 de septiembre de 2010


+No te pareció importante como para llamarme.¿Por qué?
-Porque no pude.
+¡Dame una respuesta!.¿Por qué, por qué no pudiste?
-¡Porque no pude!
+¡Quiero una respuesta!
-Porque solo con oír tu voz habría cambiado de opinión.
Siempre he pensado que el amor te vuelve estúpido. Te hace débil... Amar es destruir. Yo creía eso. Pensaba que ser guerrero significaba que no te importase nada, y entonces te conocí (...). Y entonces ví lo mucho que amabas a tu madre y a Simon (...). El amor no te volvía débil, te volvía más fuerte que cualquiera que hubiera conocido nunca. Y comprendí que el débil era yo.
- Pero díselo.
- ¿El qué?
- Que la quieres.
- Ni hablar, su avión sale esta noche.
- No tienes nada que perder, y te arrepentirás si no lo haces. Yo nunca se lo dije lo suficiente a tu madre. Tendría que habérselo dicho cada día, porque era perfecta cada día.
Un día no muy lejano te darás cuentas, te darás cuenta de que todo esto no está tan mal, verás el sol salir más brillante que nunca, verás como tus sueños se hacen realidad, el mundo no irá tan deprisa y te esperará, sentirás que el destino hizo lo que tenía que hacer, y por fin te darás cuenta de una vez que todo lo que has querido esta delante de tí y que vivir es lo mejor que te ha podido pasar. Sueña , soñar es lo único que no te pueden quitar.

Me moría por él y busqué mil excusas para verlo, aunque fuera un segundo, aunque él jamás se diera cuenta. Me moría por él y me ganaban los nervios si me hablaba, yo quedaba muda, y tenía que agacharle la mirada. Me moría por él y nunca supe lo que era besarle. Me quedé con las ganas de tomarle las manos y abrazarle. Me moría por él, de contarle mis sueños y escucharle, y reírnos por nada. Consolarle en mi hombro si lloraba. Que tonta y que tan absurda que me sentía al lado suyo, por no tener el valor y creer que si era posible acercarme y decirle que me moría por él y quería robarle el corazón. Me moría por él, por ser solo yo la dueña de su amor. Y no es posible explicar que no hice nada en todo el tiempo que pasó y aquí estoy frente a él. Y aún me muero por él.



El amor es pasión, obesión, no poder vivir sin alguien. Pierde la cabeza... Encuentra a alguien a quien amar como loca y que te ame de igual manera. ¿Cómo encontrarlo? Pues, olvida el intelecto y escucha al corazón. Porque lo cierto es que vivir sin eso no tiene sentido alguno. Llegar a viejo sin haberse enamorado de verdad. En fin... es como no haber vivido. Tienes que intentarlo, porque si no lo intentas, no habrás vivido de verdad.


El amor es así, como el fuego; suelen ver antes el humo los que están fuera que las llamas los que están dentro.

Hay muchas formas de quererse, ¿sabes? Pero la suya era... total. Un amor puro, increíble, alucinante. Un amor especial como hay pocos. Y ellos lo sabían. Todos los enamorados del mundo creen que su amor es único y distinto, pero el de ellos si lo era. Estaban hechos el uno para el otro, se tenían y deseaban fundirse en uno solo, cuando estaban juntos el tiempo se aceleraba, y cuando estaban separados se hacía eterno. Cada beso, cada caricia, era un puro sentimiento desnudo. Podían pasarse horas mirándose a los ojos y nada más, pero cuando se acariciaban, se besaban... entonces... no hay palabras para describir esa emoción..


-¿Sabes? Cuando eres joven todo te parece que es el fin del mundo. Pero no es así, sólo es el principio. Quizás tengas que conocer a unos cuantos capullos más pero algún día conocerás a un chico que te tratará como mereces ser tratada. Como si el sol naciera y se pusiera contigo.