lunes, 28 de noviembre de 2011

La vie en rose.


No fumo, nunca me he emborrachado y detesto todo lo referente a una vida corta. Puede que un día tenga mil sonrisas para repartir, y otro en cambio no tenga ganas de nada. Soy muy exigente conmigo misma, algo que es una gran virtud, pero a la vez, un terrible defecto. Para unos seré demasiado perfecta y para otros tendré demasiados defectos. Tengo muchas cosas buenas, pero también muchas malas. Me gusta contarle mis secretos a la gente en la que confío y que esa gente confíe en mí.  Me gusta pasarme horas hablando por teléfono con la gente a la que amo. Me gusta reír y hacer reír. Me gustan los pequeños detalles y los grandes momentos. Cuando quiero a una persona, la quiero con toda mi alma. Me gusta recordar viejos momentos, ayudar a la gente siempre y cuando se lo merezcan, tomar el café en un Starbucks, aunque otros dias prefiera ir de compras.  Me gusta aprender de mis errores, que no son pocos. Soy muy tímida. Me considero una mujer de las de antes. A veces pienso que he nacido en la época equivocada, quizás me habría venido mejor el Londres de la Regencia. Amo Andalucía, los patios de Córdoba, la Mezquita, la Real Maestranza de Sevilla, los Reales Álcázares, la Alhambra, Triana, Santa Cruz...Adoro la lectura y la gente que me aporte cosas. Envidio a la gente que tiene el don de escribir. Me encantan los hombres de antes, elegantes, dandys, y cultos. Admiro a la gente mayor y tengo un gran respeto por ellos, no sólo por el hecho de ser mayores, sino porque son mucho más sabios que yo y pueden guiarme por el camino correcto. Amo con locura a ´toda mi familia. Aunque otros no puedan ni verse, yo daría la vida por mi hermano y doy gracias a Dios por haberme hecho tan feliz. Disfruto cuando mi abuelo me cuenta experiencias que ha vivido a lo largo de su vida. Me gusta salir algún que otro sábado. Odio los domingos. Para mí es blanco o negro, el gris no existe. O te quiero o no te quiero. O me da igual o todo me afecta. Tengo por costumbre soñar despierta todas las noches y cuando voy de viaje. Soy de las que prefiere un beso sincero que mil "te quiero" fingidos. Y me tengo que caer 100 veces, ya que sino no aprendo. Tengo muy poca confianza en mi misma y demasiada en los demás. Creo que los sueños están para cumplirlos.

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