viernes, 19 de noviembre de 2010


Soy una persona muy impulsiva. Sentimental, pasional, exagerada. Tanto lo bueno como lo malo lo vivo mucho. A veces, muchas veces, no me gusta esta parte de mí, pero por más que lo intente, no puedo hacer nada contra ello. Es irracional, completamente irracional, pero es como soy.Después del primer momento de obzecamiento, vuelvo a razonar, argumentar, y soy la primera en darme cuenta de que no me gusta ser así. A veces la rabia me recorre el cuerpo de una manera tan vertiginosa que no soy capaz de darme cuenta de cómo actúo. Esto, en algunas ocasiones, me trae problemas con personas que no se lo merecen, pero simplemente no sé ser de otra forma.Siendo demasiado exigente y queriendo que los demás se comporten como uno mismo llego a generar discusiones estúpidas, fuera de lugar, innecesarias. En los momentos de lucidez, me odio a mí misma por ser así, así de egoísta y de tonta. Me gustaría poder controlar estos impulsos, pero no puedo.Supongo que esto es lo que ocurre cuando mi corazón puede más que mi razón.

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